martes, 12 de marzo de 2013

Impartiendo justicia de la manera más injusta. Los niños también tienen derecho a ser oídos.

Imagino que todos hemos escuchado esa triste noticia donde se escuchaban los gritos desesperados de unos niños que se negaban a ir a vivir con su padre a México en cumplimiento de una sentencia judicial.
El escenario: la localidad de Alboraya (Valencia).
El origen (como siempre): un conflicto familiar (por desgracia cada vez más habitual).
Las víctimas (como siempre, los mismos): los niños.
Los vecinos de la localidad, en solidaridad con la situación de la madre y especialmente con la voluntad de esos niños a los que aún gritando no se les escucha, ejercieron tal presión que inicialmente parecía que podían impedir la separación de madre e hijos con desplazamiento de estos niños a un pais al que no querían volver, rompiendo así de manera drástica la normalidad de sus vidas, sin ni siquiera ser escuchados.
Pero la Sentencia se ha tenido que cumplir...los niños regresan a México, país donde sus padres contrajeron matrimonio y se divorciaron, país que desde ahora -y muy a pesar de los niños, que siempre acaban siendo las victimas- se convertirá en el nuevo hogar de esos niños, país al que esos niños no querían volver, y así lo decían a gritos.
Esta noticia nos ha llegado a todos y se ha convertido precisamente en "noticia", quizá por lo impactante de los gritos de esos niños, de lo que esos gritos contenían y se exteriorizaban en palabras claves como "no quiero", asi como del drama familiar en sí mismo, pero creo que no somos conscientes de que éste no es sino uno de los muchos casos que en los juzgados y tribunales, el personal de la administración de justicia se encuentra cada dia.
Y mi pregunta es....¿la prioridad en este tipo de conflictos que han acabado en la vía jurisdiccional, es velar por los intereses del menor por encima de cualquier otro interés? Debería ser así. Pero con el cumplimiento de sentencias como la del Juez Mexicano ¿se están protegiendo realmente los intereses de los niños? ¿Se está pensando en los niños o se está pensando en los derechos de los padres y/o el incumplimiento de alguno de los progenitores?¿No deberían ser los niños y la voluntad de los niños la máxima prioridad?
En ocasiones como ésta, el derecho de los padres se confunde con aquello que se supone que debería encontrarse en lugar primogénito: el beneficio del menor, el interés del menor, la voluntad del menor, que también tiene derecho a ser oído y que a fin de cuentas es la víctima de todo proceso de ruptura conyugal.
Un minuto de silencio por unos niños que desde ahora tendrán que vivir donde y con quien no quieren vivir por orden de un juez que ni siquiera les ha escuchado y por ajustarse a los derechos e incumplimientos de sus progenitores que por desgracia, en este caso, han sido la prioridad.

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